viernes, 21 de febrero de 2014

Dos menores polizones del melillero salvan a unos inmigrantes que saltaron al mar desde una patera

Son las diez de la noche y la escollera asiste a una imagen demasiado cotidiana en Melilla. Diez inmigrantes recorren el desfiladero de rocas en la oscuridad, guiados por la luz tenue de las farolas del puerto, los focos de las linternas de los guardias civiles y el ansia de pisar tierra firme. Al llegar al muelle, ateridos de frío, se despojan de la ropa mojada y los flotadores de plástico con los que se lanzaron al agua desde una patera. Un par de ellos levantan un brazo haciendo el gesto de victoria antes de dejarse caer, agotados, sobre el suelo.


Desde la muralla del faro de Melilla la Vieja, decenas de curiosos contemplan la escena. Los objetivos de las cámaras se centran en los diez senegaleses, que se abrazan entre ellos para darse calor. Unos metros más atrás, dos chicos permanecen de pie, apoyados en una verja, ajenos a los flashes y las luces
. Están mojados. También son inmigrantes, o pretendían serlo. Estaban escondidos entre las rocas para colarse como polizones en el ‘Melillero’ cuando escucharon a los inmigrantes pedir auxilio en el mar, y los salvaron. Dos caras de un mismo drama que anoche se dieron la mano.

Outman tiene 17 años y es de Nador. Tras oír los gritos, vio a varios de los senegaleses levantando los brazos para pedir ayuda. Se lanzó al agua –la Guardia Civil le proporcionó una manta térmica para combatir el frío– y arrastró a los dos primeros hasta la escollera. «Los saqué agarrados cada uno a un hombro», acierta a decir. Mientras, su amigo y compañero de viaje Ayoub los ayudaba subirse a las rocas. «No sé nadar», confiesa el joven, de la misma edad y nacido en Fez. «Grité: ‘¡Guardia Civil, Guardia Civil!»

Fuente: Diariosur.es


Una noticia que nos relata dos situaciones diferentes. La del objetivo conseguido del inmigrante que entra en Melilla, y la de los menores que esperan su oportunidad para llegar a España. Dos historias en una, y cada una de ellas con un final distinto.

La primera impresión que me viene a la cabeza es la de como dos personas que sufren similar necesidad se ayudan unas a otras. Es muy cierto el dicho de quien menos tiene es el que más da, ya que cuando se comparte un problema hay un entendimientosuperior que establece conexiones muy fuertes entre ambos que consigue un apoyo mutuo.

Lo de los menores polizones no deja de ser espectacular como se juegan literalmente la vida, intentando continuamente llegar a España a por su nueva esperanza de vida. Acampan y viven cerca del puerto durante largos periodos de tiempo para intentarlo el mayor numero de veces posible. Todos hemos visto como entran en bajos de camiones o incluso encima de unas hélices de barco, algo que impresiona teniendo en cuenta la edad que tienen. Me atrevo a decir que la inmensa mayoría lo hace por un motivo de extrema necesidad en un país muy pobre, pero también os digo que hay otros de familias con ingresos suficientes lo hacen por comenzar la aventura de su vida con la creencia de que progresarán mucho más en la península. Esto pasa sobretodo cuando menores que ya lo han conseguido llaman a sus familiares telefónicamente y les cuenta que están bien atendidos en los centros de menores. Eso si, al cumplir 18 años la historia da un giro radical, y es cuando se buscan la vida rápidamente en nuestro país o no tienen mas remedio que volver

Hay muchas personas que entienden que estos chavales de "aprovechan" de una forma u otra de nuestro sistema de protección. Yo tengo una premisa muy simple, y es que no soy capaz de juzgar a nadie por algo que yo mismo haría si estuviese en una situación similar. En el caso de menores hay centros específicos en los que se trabaja bien con ellos (lo sé por experiencia propia) y el sistema antes de los actuales recortes que sufrimos estaba muy bien adaptado a esta realidad. Si que seria interesante objeto de estudio el como la crisis esta afectando a este movimiento, ya que a simple vista no parece que haya reducido mucho en general.

Desde luego que tenemos muchísimo por lo que quejarnos y algunas personas están en situaciones limite, pero siempre podremos encontrar situaciones mucho peores que las que actualmente sufrimos. Y no es la típica comparación para hacernos sentir mejor, sino que de verdad, y al menos, tenemos una base de sociedad que otros no disfrutan y con la que podemos llegar a construir otras realidades con las que otras personas en sus países de origen no pueden llegar ni a soñar

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