martes, 13 de octubre de 2015

Carta de una menor a los trabajadores sociales tras su desamparo

Volvemos a la actividad

Las retiradas de menores al dictaminarse un desamparo suelen ser muy duras. Muchas veces existen incluso movimientos de apoyo a progenitores, que se afanan en defender la permanencia de los mismos en un medio que se ha demostrado ser hostil por resolución judicial. Esto puede ser entendido dentro de la confianza ciega que tenemos en nuestro círculo más cercano, pero la vida dentro de cada hogar es una realidad paralela que casi nadie que se encuentre fuera de ella puede conocer. 

La normalización de conductas inadecuadas en el medio de convivencia no es solo un peligro para la integridad física de los menores, sino que además interfiere en su visión de la realidad. El maltrato no solo se refiere a la violencia física, sino también a la psicológica u omisión de los deberes que la patria potestad otorga como la alimentación o la formación integral. Está demostrado que una gran parte de padres maltratadores sufrieron este mismo trato de sus progenitores. Es un círculo vicioso que o se rompe, o continúa.