miércoles, 27 de julio de 2016

La constancia en el trabajo social

Hace unos meses os hablaba de lo importante que era la actitud para conseguir nuestros objetivos y sobretodo conectar con nuestra vocación para no perder aquel impulso que nos llevó a dedicarnos a un ámbito en concreto. En este caso os voy hablar de la constancia y lo que nos puede deparar.


Si os soy sincero hasta hace unos meses me consideraba bastante inconstante. A través de un ejercicio en el que los demás me decían cualidades que veían en mi (llamado la ventana de johari y os recomiendo hacer) salió por varias personas que elegían la constancia como una cualidad destacada en mi persona. Tras el ejercicio reflexione y vi que en realidad llevaban razón. No deja de ser curioso tener una determinada forma de ser y no la detectemos, de ahí la importancia de este ejercicio para nuestro autoconocimiento.



En noviembre me aventuré  a realizar mi propuesta para la convocatoria de la beca Málaga Participa. No tengo problema en decir que nunca había realizado un estudio de estas características y el tema de la pobreza infantil, con todas las complejidades que encierra, me interesaba bastante. Justo una semana antes de entregar mi propuesto de estudio asistí en Madrid a un magnífico congreso de Educo sobre los derechos de la infancia. En el descubrí que la pobreza no era solo una privación material, sino una carencia en los derechos reconocidos de la infancia, y que también afectaban a la educación o la salud. Sin terminar de saber cómo se podía medir por mucho que leyera, y con el entusiasmo de conocer de primera mano lo que ocurría en mi ciudad envíe mi propuesta aún con todas esas dudas. A las semanas me comunicaron que era la mejor de las cuatro que se habían enviado y que me concedían a mí la beca por mi propuesta "Diagnóstico y Medidas para combatir la pobreza infantil en Málaga". La sorpresa fue mayúscula, y había que ponerse manos a la obra.

La constancia era algo esencial para poder realizar bien el trabajo. Ocho meses dan para mucho, y pueden parecer una franja de tiempo bastante larga para realizar la, pero os aseguro que me he visto apurado en más de una ocasión. Lectura de bibliografía, entrevistas, llamadas... realicé una planificación exhaustiva de todo y la pude seguir en general. Los últimos meses en los que redactaba el informe reconozco que se me hicieron largos. Afloraron algunas inseguridades pero no paré en ningún momento. Tenía que conseguir el objetivo marcado de visibilizar la pobreza infantil en mi ciudad. Desde luego que la responsabilidad era abrumadora. El asesoramiento por personas especializadas y compañeros fue fundamental para poder finalizar. Así pasaron los días hasta la entrega a principios de Julio.

No podía creérmelo, ya lo tenía entre mis manos, y debo deciros que con resultados contundentes y mucho mejores de los que yo habría esperado en un principio. La constancia diaria de trabajar en ello había tenido sus frutos y estaba muy satisfecho de haberlo conseguido a pesar de las dificultades que surgieron en el camino. Pero ahí no iba a quedar todo. A las dos semanas recibo la llamada del Ayuntamiento de Málaga en la que me comentan que visto los resultados quieren presentarlos en rueda de prensa oficial. Los ocho meses de constancia daban sus frutos y ahora todo el mundo podrá conocer el estudio ¿Qué más puedo pedir?

Siempre he pensando que un estudio por sí solo no vale para nada si no se da a conocer y se tiene en cuenta para un futuro plan de acción. Por lo pronto se ve que va a llegar a mucha gente que será bastante más consciente de la complicada situación de pobreza infantil que vivimos en la ciudad, y seguro que remueve a muchas personas para actuar contundentemente. Justo en una semana, el 3 de agosto, será presentado en rueda de prensa y publicado para su lectura ¿Te lo vas a perder?

Ya puedes descargar gratuitamente el estudio en mi web Jábega Social Descubre lo que trabajo social puede hacer por ti y tu entidad.

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